jueves, 14 de febrero de 2013

Pin mortificado y yo amándolo aún más


Hoy Pin se fue a trabajar y cuando volvió se bajó en el shopping para comprarme bombones (sabe que me pierden) y darme una sorpresa por el día de los enamorados. La sorpresa venía a que yo ni en pedo me iba a imaginar que me iba a regalar algo porque él es un colgado para esas cosas, aniversarios, etc. y el año pasado ni se avivó que era San Valentin. A mi, en cambio me encantan todo esos festejos, me encanta festejar porque me da alegría y porque esos días especiales, por más que tengan un fin comercial como sabemos, lo sacan a uno de la rutina aburrida. 

Como no pudo conseguir bombones me quiso traer un frappuccino (me conoce bien) pero el Starbucks estaba muy explotado y él muy cansado. Para no volver con las manos vacías pasó por el chino de la vuelta de casa para ver si tenian bombones pero lo único que tenían era estos corazones con Bon-Bones adentro. 

Cuando llegó nos besó al Pinguinito y a mi, nos dijo que nos había extrañado mucho y de repente desapareció y volvió con esta cajita y me dijo que era para mi por el día de San Valentin y, mortificado me dijo no era exactamente lo que me quería regalar y me contó toda su travesía como una especie de justificativo, sin saber que para mi esa cajita, es el regalo más hermoso que me hayan hecho y que vale millones. :)


Te amo Pin. Una vez más te digo gracias por hacerme vivir cosas que sólo soñaba con vivir, por ser amor de mi vida, por darme color, por hacer de mi una mujer felíz y por darme a lo más preciado que me pudo dar la vida, nuestro gran amor expresado en un Pinguinito  Te amo infinitamente y para siempre, hasta viejitos viejitos